NUESTRO ARCHIVO
Nuestro Archivo es una colección pública en proceso que tiene como misión la recopilación de imágenes e historias orales a nivel intra-caribeño. Con el propósito de aportar nuevas narrativas nacionales Nuestro Archivo inagurará su primera carpeta de colección con el pueblo de Cayey, Puerto Rico durante el verano del año 2022.
Carpeta I: Cayey, Puerto Rico
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Puerto Rico, ca 1940’s
“This is a hand colored photo of my great grandmother Aurora Figueroa (Not 100% sure on the year, might be somewhere in the 40s). She worked as a house cook for a wealthy family in Ponce for most of her life. While she would cook and serve elaborate meals for this family, at home she served all she could afford: farina, day and night for her family of 7. For breakfast she added sugar to the farina and for dinner she would leave the sugar out. They didn’t have a lot but they were happy. Living in the typical tiny wooden house in Playa de Ponce, my great grandmother worked with what she had and would decorate her home with her lace and fabric creations. In the evening she would open her window to get air and when people would walk by they would be amazed by how the house was kept so nice and clean inside.”
— Gabriella

Cayey, Puerto Rico, 1972
“Este beso fue el día de mi graduación de escuela superior en la Miguel Meléndez Muñoz frente a la Universidad de Puerto Rico en Cayey. Este chico fue mi gran amor de la adolescencia. La foto no cuenta una historia, pero al verla, me cuestiono qué hubiese sido de nosotros si yo no le hubiera dejado por supuestos; quién sabe… pienso que todavía estuviésemos juntos.”
— Gladys Alsina


Aibonito, Puerto Rico, 1980’s
“Esta foto es del primer contrato del grupo “Trapiche” del cual fui cantautor. El grupo de nueva trova se fundó en el verano del 1982, en el cual estaba mi hermano y mis amigos de la infancia, y se disolvió en el verano del 1989. Durante esos años tuvimos la oportunidad de tocar en diferentes festivales alrededor de Puerto Rico, entre ellos: “La Feria del Pescador” en Vieques, donde apoyamos la salida de la Marina de Vieques en el verano del 1984, “El Carnaval de Arroyo”, “El Carnaval de Salinas”, “Fiestas Patronales de Cayey”, “El Festival de Las Flores” y “El Festival de la Montaña” ambos en Aibonito, entre otros. La foto fue en el patio de la Escuela Superior Dr. José N Gándara en Aibonito durante un concierto que tocamos en el mes de diciembre del 1982, último de una serie de 4 conciertos que dimos en las diferentes escuelas públicas de Aibonito.”
[ La segunda foto es el logo de la agrupación, él mismo lo hizo. ]
— Fernando Norat Roig

Caguas, Puerto Rico
“Yo nací en Santa Bárbara en el campo de Gurabo pero después nos mudamos a Campamento que era un barrio más urbano. A mediados de los 50, el gobierno dio unas parcelas a los trabajadores de la caña, como mi papá, para construir sus casas.
La casa era de madera, se nota en la foto, y estábamos en el balcón: mi papá Evaristo en la izquierda, le sigue mi sobrina Carmín, luego estoy yo— María, a mi lado mi hermano menor Modesto, después mi hermano Chaca, mi hermano Robert y mi mamá Tila— la familia Dieppa-Osuna.
No se quien tomó la foto pero a veces pasaban fotógrafos para retratar a las familias.”
— María Dieppa

Cayey, Puerto Rico
“Soy María Alsina, una mujer de 88 años de edad que dedicó la mayor parte de su tiempo al servicio de las fábricas de costura durante la época de industralización en Puerto Rico. Entre extrema pobreza y amenazas, me tocó vivir dos grandes tragedias: la muerte de mi esposo militar— quien sirvió en la Guerra de Corea y la muerte de uno de mis hijos.
Mi esposo muere el día de los padres del año 1961. Días antes me dijo: “María, quiero que me regales una billetera. Verás como nunca faltará dinero para tus hijos “. Enseguida compré la cartera y la mandé a bordar con su nombre… hoy la conservo entre mis cosas. Tuvo una muerte trágica junto a otros tres padres de familia. Quedé viuda a la edad de 32 años con cinco hijos. Sola y desamparada, pero con la ayuda de mi madre Luisa, comencé de nuevo y en 1962 me mudé a la casa donde he vivido durante 58 años.
Guardo una secuencia de fotos que capturan el velorio y el entierro de mi difunto esposo. En ese momento vivíamos en la barriada Vieques en Cayey, Puerto Rico, entre pequeñas casas construidas de madera. Ese barrio fue demolido hace pocos años por el alcalde para la construcción de una rotonda.
A su velorio asistieron cientos de personas; tantas que el piso de nuestra casa sucumbió en plena ceremonia. Recuerdo que el sargento entró a mi casa, montó unas cortinas moradas, dos baldes de hielo y el ataúd. Eso era a la antigua… en ese momento no se practicaba embalsamar a los muertos; así que poner hielo debajo de los ataúdes era la manera de conservar los cuerpos y evitar el olor a descompuesto. Antes los velatorios duraban días y la gente pasaba horas largas acompañando y dando su pésame a la familia; era un día completo de reunión–– se hacían chistes y se tomaba café caliente.
La muerte de estos cuatro hombres salió en un reportaje del periódico y durante la celebración del entierro, la gente tiraba ese recorte a la calle como muestra de gratitud y respeto.”
— María Alsina

San Juan, Puerto Rico, 1998
“Calle Buenos Aires, 937
Bo. Obrero
Una foto luego del huracán Georges. Mi papá sacó su jetski pa’ dar vueltas en medio de la inundación. Mis hermanas posaron.”
— Luis M. Rivera Ayala

Aguas Buenas, Puerto Rico, 2003
“Esta foto fue tomada alrededor del año 2003 en Aguas Buenas, Puerto Rico, en Sumidero.
Entre tantos recuerdos, me devuelve a mi infancia y todos los momentos con mi abuelo en el campo. El acompañarlo, verlo arar la tierra, recoger frutas, enfangarnos o mojarnos debajo de la lluvia son momentos imborrables junto al resto de mis primos. Este retrato es una de tantas veces con él y representa « la familia ».”
— Ricardo Lara

Cayey, Puerto Rico
“Estos son mis abuelos, Javier y Mercedes, conmigo en el 1981 en su casa en Cayey. De joven, mi abuela trabajó en una hacienda de tabaco con su familia y después se casó con mi abuelo y fue ama de casa, criando tres hijos. Mi abuelo era huérfano y desde pequeño aprendió a sobrevivir solo, trabajando en la calle como limpiabotas y vendiendo dulces frente al antiguo cine. Pasó grandes necesidades, pero se superó. Junto con mi abuela tuvo su propio negocio, una sastrería muy popular, y ahorraron su dinero. Compraron varias propiedades en Cayey y tuvieron una casa móvil y un bote en Mojacasabe, Cabo Rojo. Pasé muchos veranos navegando con mi abuelo y saboreando la comida criolla de mi abuela, que cocinaba al fuego en la playa. Eran muy felices cuando estaban en el mar.
Los años pasaron y mis abuelos vendieron el bote y la casa de Cabo Rojo porque ya el cuerpo de abuelo no aguantaba los viajes, pero nunca dejaron de añorar estar cerca de la costa. Yo les llevaba fotos y vídeos de la playa para que se alegraran y recordaran viejos tiempos.
Mi abuela, la mujer más alegre que he conocido, se dedicó a cuidar y animar a mi abuelo en su vejez. Ella murió primero, en plena despedida de año del 2018 a los 89 años. Dos años después, abuelo murió a los 89 años también, en enero del 2020. Estuve en el cuarto del hospital cuando abuelo tomó su último aliento.
De ellos aprendí lo que es luchar ante la adversidad, el valor del amor incondicional, y la felicidad que trae el mar. Me casé con un marinero y navegamos el Caribe juntos en un velero. Siempre pienso en mis abuelos cuando estoy allá afuera entre las olas.”
— Melissa Alvarado Sierra

Cayey, Puerto Rico
“Esta es Anny (en el medio), la mejor amiga de mi madre. Año tras año recibíamos su visita y jamás se fue de nuestra casa sin tomar sus fotos. Diría que son fotos cronológicas cargadas de profundo amor y cariño, pues cada una tenía su dedicación, la fecha y la edad de ella. Siempre nos vistó junto a su esposo, quien murió tempranamente de cáncer. Luego de su muerte, Anny estuvo en nuestro hogar como de costumbre; lo que no sabíamos era que esa sería la última vez que la veríamos.
Aún en la distancia nos enviaba sus fotos con el año y lo que no podía faltar, su edad. Entre las primeras cartas nos decía que había conseguido un trabajo nuevo en la fábrica de Coca Cola. Pero al poco tiempo su correspondencia paró de llegar y todavía nos preguntamos que ha sido de ella.”
— María Alsina

Cayey, Puerto Rico, ca 1960
“Este es Orlando, mi hermano. Aquí está posando para un fotógrafo aficionado que se pasaba tomando y regalando fotos a todo el que veía por las calles.”
— María Alsina

República Dominaca
“Mi Abuelo, se llamaba José. Al menos, eso dijo al Negociado de Inmigración cuando solicitó su permiso de residencia en Repúblia Dominicana. Abuelo José nació en China, pero de muy joven salió a viajar y ver el mundo como marino mercante, aunque creo que en realidad intentaba escapar de la pobreza. En 1922 llegó a República Dominicana, donde pasó el resto de sus días. Abuelo José fue zapatero, mecánico de bicicletas, agricultor, cocinero y luego montó una repostería. Tuve que conformarme con conocerlo a través de las historias que hacía mi madre. La última que me hizo no fue hace mucho. “Por ahí hay una foto de tu abuelo con Jack Veneno.” Me dijo mi madre de la nada. Mami me había contado de el amor de mi abuelo por la lucha libre. Su amor por la lucha libre fue lo único que permitió superar el odio histórico y ancestral que sentía hacia su vecino Japonés. Así de grande es el amor, y así de grande es la lucha libre. Resulta que un yerno de Abuelo José tenía un amigo médico que atendía las heridas de los luchadores. Este amigo sabía lo mucho que al “Chino” le gustaba la lucha libre y le consiguió entrada a los camerinos para que conociera al legendario luchador dominicano, Jack Veneno. El momento quedó inmortalizado en esta foto. (por si las dudas, mi abuelo es el de la derecha…tu sabes…el Chino).”
— Esteban

Cidra, Puerto Rico, ca 1960’s
“Foto de mis abuelos, mi mamá y sus hermanos.”
— Cyn

Puerto Rico, ca 1980
“Grandfather; photos by my dad.
My father loves to tell the story of how he tried to paint my great grandfather’s bike as a surprise. He found a can of red spray paint and decided to paint it to make his grandfathers bike look brand new. My dad was excited to show him and looking forward to the praise. When his grandfather saw the bike he freaked out. My dad thought he was just teasing him at first. He wasn’t kidding. « Are you trying to get me killed? If I go into town riding a red bicycle and my friends see they’ll kill me! »
The color red represented his opposing party (PPD) Partido Popular Democrático.”
— Gabriella

Cayey, Puerto Rico, ca 1985
“Yo soy Zilkia Colón Choie, de madre coreana y padre puertorriqueño. Mi papá fue militar y durante su servicio, fue trasladado a una base en Corea. Allá conoció a mi mamá y se casaron. Al poco tiempo de su matrimonio, se mudaron a Georgia en Estados Unidos. Nací en la base militar de ese estado pero a los ocho meses de concebida me establecí en Puerto Rico y me he criado aquí toda mi vida.
En esta foto tenía como tres o cuatro años de edad. Yo me crié con mis abuelos y mi tía-hermana, quien en ese momento era adolescente. A ella siempre la vi como mi ejemplo a seguir; siempre la quise imitar, eso explica porqué aguantaba en las manos un bolso de toallas sanitarias marca ‘New Freedom’ y sonreía para una foto que ella me pedía al verme tan tonta.
También, al fondo, se ve un poster de Menudo en blanco y negro. Menudo fue el movimiento de esa época y todos los cuartos de adolescentes puertorriqueños tenían, mínimo, un poster. La foto parece no decir mucho pero tiene varias cosas que me hacen recordar a los años 80’s: la marca de las toallas sanitarias, los rastros de posters viejos en la pared y el de Menudo. En fin, volver a esta fotografía es regresar a la inocencia y felicidad.”
— Zilkia Colón

Guaynabo, Puerto Rico, 1980’s
“Mi madre junto a sus hermanas y su amiga por la carretera de Guaynabo, Puerto Rico. Ellas mismas se hicieron los atuendos que traen puestos.”
— Camila Ramírez

Puerto Rico, ca 1933
“Ella es mi bisabuela materna, Eulalia Morales. En esa foto aparece con su sexta hija, Antonia. Tenía apenas 33 años, ya era viuda hacía tres años y se veía como la anciana que nunca llegó a ser, murió meses después por una cangrena originada al clavarse un clavo mohoso en el pie.”
— M. Cruz





Guayanilla, Puerto Rico, ca 1950’s
“La primera imagen es una foto de Mami— Paulina, tomada en Vieques en los años 50’s. El papá de Mami, mi abuelo Pablo Esteva, era independentista acérrimo que inculcó a todos sus hijos (tuvo 13) el amor a la patria y a una sola estrella. Pablo Esteva trabajó en la Central San Francisco de Guayanilla y allí se criaron Mami y sus hermanos, en el sector conocido como
« Criollo ». Años después la Central cerró y las casas de madera serían derribadas en algún momento. Hoy día « Criollo » sólo existe en el recuerdo. La segunda foto es abuelo Pablo y mi madre Paulina, la tercera es Ramona Pacheco— la esposa de abuelo Esteva (mi abuela paterna) y la cuarta foto es Librada al fondo— madre de Ramona y mi bisabuela. Todas las fotos son tomadas en la casa de « Criollo » en Guayanilla que se ve en la última imagen.”
— Momo Lens (María)

Guadeloupe, 1985
“Voici mon parrain et ma tante à Capesterre-belle-eau en Guadeloupe en 1985. Tous les deux pose dans la rue de ma grand-mère sur la célèbre mobylette appelée Grena’.
La Grena’ arrive dans les années 60’s en Guadeloupe et devient vite célèbre. À une époque, être propriétaire d’une Grena’ était synonyme d’ascension sociale. Inscrite dans le patrimoine de la Guadeloupe, la mobylette à fait l’objet de plusieurs documentaires comme “Ma Grena’ et moi” de Gilles Elie-Dit-Cosaque.”
— Emilie R.

Cayey, Puerto Rico, ca 1970’s
“Ellos son puertorriqueños que trabajaban en una compañía de recoger tomates en California durante los años 70’s. El que sale vestido de azul terminó peleando y entablando una demanda contra la compañía por las injusticias y maltrato de los dueños hacia los empleados latinxs. Lo botaron, regresó a su casa en Cayey, Puerto Rico y a los meses le llegó una carta anunciándole que tumbaron el caso.”
— María Alsina

Cayey, Puerto Rico, 1950-60s
“Equipo de soft ball de la fábrica Gordon’s”
— María Alsina

Puerto Rico
“De acuerdo a los registros de la época, mi bisabuelo— Francisco Sostre, fue hijo de madre soltera, esclava liberta. Aparece como negro en su registro de nacimiento y de su segundo matrimonio con mi bisabuela, en un fenómeno a lo “Michael Jackson” aparece en su registro de muerte como blanco.
El se “murió” dos veces. En la primera se levantó restregandose los ojos llenos de cera de vela de la mesa donde lo velaban. Se murió de verdad meses después de un ataque del corazón fulminante. El velorio duró cuatro días, hasta que empezó a tomar toda la casa ese olor peculiar que deja la muerte vieja. Nos contaba mi tía-abuela: “teníamos miedo de enterrarlo vivo”.
Mi bisabuelo murió en el 1929 y cuando se casó en segundas nupcias en el 1918 ya tenía 48 años.”
— M. Cruz